miércoles, 15 de diciembre de 2010

CARPE DIEM.

Lo maravilloso de la vida es que siempre te da oportunidades para remediar aquello que no has hecho demasiado bien o aquello que deseas cambiar. El vivir cotidianamente te enseña a disfrutar cada momento como si fuera el último o el más precioso de todos los momentos. Que esta es la única forma de encontrarle sabor a tus días y que el sentido que ello adquiere te va guiando en el transcurrir de tu existencia. Disfrutar de lo bueno y aprovecharse de los momentos que no lo son tanto, es parte del aprendizaje que vamos haciendo cotidianamente. No es que uno utiliza lo que aprende porque la vida vuelve a repetirse, sino simplemente vamos adquiriendo experiencia, herramientas necesarias para poder sobrellevar otros momentos que nos da la vida, que siempre son únicos e irrepetibles. Aprender, aplicar, recorrer, mejorar, corregir, volver a aprender, volver a aplicar, volver a vivir... la historia de nuestra vida. Así a lo largo de los años, buscando siempre actuar cada vez mejor. Todo un desafío, que necesita de mucha voluntad y mucho coraje. El desafío de aprovechar las oportunidades que nos da la vida para hacer algo distinto. El desafío de mirar al cielo con los pies en la tierra.




No hay comentarios:

Publicar un comentario