
Y entonces respiras hondo y hablas relajada pero en realidad por dentro algo se ha desatado. Lo único que quisieras es darle un abrazo a esa persona que ha pensado en ti, quisieras dejar que tus ojos que relajaran. Quieres llorar. Pero no son lágrimas de dolor, son lágrimas para las que no hay un porque. Y se te escapan suspiros.
No sabes que hacer, estas emocionada, necesitas decirle al mundo que le quieres; pero al mismo tiempo no quieres romper la imagen que tienen de ti. Porque tu no dejas que nadie te vea conforme eres, no dejas que vean que en realidad eres una persona más emocional de lo que creen, no dejas que nadie se entere de que las cosas te afectan más de la cuenta. Y te recompones por fuera aunque por dentro continues igual.
Y toca respirar, toca calmarse, sonreír al mundo. Y eso hago, suspiro.
Dejo que mis ojos se relajen, dejo que mi mente se quede en blanco y me recompongo por fuera. Muestro al mundo la felicidad del momento, me dejo llevar.
Y me muevo libre, en realidad es como si una parte de mi ser renaciera..
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